El pasado 6 de octubre, el centro de Veenendaal, en Holanda, fue escenario de un avivamiento inesperado. Una bañera azul colocada en medio de la calle atrajo a decenas de jóvenes, que formaron filas emocionados para ser bautizados.
Al ritmo de cánticos y alabanzas, los jóvenes se sumergían en las aguas frías mientras ancianos observaban desde las aceras, con las manos levantadas al cielo. El colectivo Presence Revival convirtió la plaza principal en un altar al aire libre, mostrando que la fe puede florecer en cualquier lugar.
Horas después, el ministerio compartió en redes sociales videos del evento, que rápidamente se volvieron virales. La diversidad era evidente: holandeses, inmigrantes africanos y estudiantes asiáticos celebraban juntos, unidos por la fe.
Clara, de 24 años, compartió su testimonio tras salir del agua: “Fui atea por 22 años. En enero, Dios me llevó a una iglesia. Hoy, salí de esta agua siendo otra persona”. Otro joven relató cómo fue sanado de dolores crónicos durante los momentos de alabanza.
La organización Het Fundament, que documentó el evento, resumió el fenómeno: “El Espíritu traduce todas las lenguas”. Pastores improvisaron púlpitos con cajas de frutas, mientras turistas y comerciantes se detenían a observar y aplaudir.
Un joven de Ámsterdam, cubierto de tatuajes, subió a la bañera y exclamó: “¡Jesús rompió mis cadenas!”, recibiendo aplausos incluso de los comerciantes que miraban desde sus tiendas.
Presence Revival es conocido por llevar la adoración a espacios públicos, apostando por los bautismos callejeros como testimonio vivo de fe. “Cuando levantamos esta banheira frágil en el corazón del secularismo, recordamos que Dios hace milagros en el concreto. Esta agua es un río en el desierto”, expresó uno de los líderes.
Las redes sociales se llenaron de testimonios de vidas transformadas: personas libres de depresión, familias reconciliadas y hasta un comerciante musulmán que pidió oración. Para muchos, ese día marcó un antes y un después en su caminar espiritual.
Desde una perspectiva cristiana protestante, este avivamiento demuestra que el Espíritu Santo sigue actuando con poder, rompiendo barreras y trayendo vida donde parecía imposible. La fe pública y el testimonio de los jóvenes inspiran a la iglesia a salir de los templos y llevar el evangelio a las calles.
La Biblia enseña que el avivamiento comienza con corazones dispuestos y una comunidad unida en oración. Este movimiento en Holanda nos recuerda que Dios puede usar cualquier lugar y a cualquier persona para manifestar su amor y transformar vidas.
El avivamiento en Veenendaal es un testimonio de que la fe sigue viva y relevante. En medio de una sociedad secularizada, la luz de Cristo brilla con fuerza, mostrando que aún hoy, las calles pueden convertirse en ríos de fe y esperanza
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario